La deuda externa de México ha tenido una evolución compleja, marcada por períodos de crecimiento, crisis y esfuerzos de estabilización. A continuación, se presenta un resumen histórico basado en información disponible:
- Siglo XIX – Orígenes (1820s-1880s): México comenzó a endeudarse externamente poco después de su independencia en 1821. Los primeros préstamos, como los de Goldschmidt y Barclay en Londres (1824-1825), buscaban estabilizar las finanzas públicas, pero las condiciones eran onerosas. Las guerras internas y externas, como la Guerra de Reforma y la intervención francesa (1860s), limitaron la capacidad de pago, acumulando intereses y suspendiendo pagos.
- Porfiriato (1884-1910): Durante el gobierno de Porfirio Díaz, la deuda externa creció significativamente para financiar infraestructura, especialmente ferrocarriles. Se renegociaron deudas antiguas, y México accedió a nuevos créditos en mejores condiciones, aumentando la deuda pero también el desarrollo económico. Hacia 1910, la deuda era manejable, pero dependía de inversión extranjera.
- Revolución y posrevolución (1910-1970): La Revolución Mexicana (1910-1920) llevó a la suspensión de pagos y al repudio de ciertas deudas, como las contraídas por el régimen de Maximiliano. Entre 1920 y 1970, la deuda externa creció moderadamente. México renegoció con acreedores internacionales, y durante el «milagro mexicano» (1940s-1960s), el endeudamiento apoyó la industrialización, manteniéndose en niveles controlados.
- Boom petrolero y crisis (1970-1988): La década de 1970 marcó un aumento drástico debido al auge petrolero. Bajo José López Portillo (1976-1982), la deuda externa creció exponencialmente, alcanzando cerca de 80 mil millones de dólares, financiando proyectos ambiciosos. La caída de los precios del petróleo en 1982 desencadenó una crisis severa, con México declarando moratoria de pagos. Los 1980s estuvieron marcados por renegociaciones (como el Plan Brady) y austeridad.
- Reformas y globalización (1988-2000): En los 1990s, bajo gobiernos como los de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, México liberalizó su economía. La deuda externa se estabilizó en relación al PIB, pero la crisis del «error de diciembre» (1994-1995) elevó temporalmente el endeudamiento. Hacia 2000, la deuda total rondaba los 150 mil millones de dólares.
- Siglo XXI (2000-2018): Durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, la deuda externa creció moderadamente, alcanzando unos 200 mil millones de dólares hacia 2012. Con Enrique Peña Nieto (2012-2018), se incrementó a cerca de 450 mil millones de dólares, impulsada por proyectos de infraestructura y menor dependencia de ingresos petroleros.
- Gobierno reciente (2018-2024): Bajo Andrés Manuel López Obrador, la deuda externa se mantuvo relativamente estable en términos nominales, aunque creció en pesos debido a la depreciación cambiaria. En 2023, según datos del Banco Mundial, alcanzó 467.5 mil millones de dólares, y en el tercer trimestre de 2024 llegó a 600,185.1 millones de dólares, según Banxico. Como porcentaje del PIB, la deuda pública externa se redujo al 6.3% en 2023, una de las más bajas en décadas.
Tendencias generales:
- La deuda externa ha sido un instrumento recurrente para financiar desarrollo, pero su mal manejo ha generado crisis (1982, 1994).
- En los últimos años, México ha mantenido la deuda externa en niveles sostenibles comparada con otras economías emergentes, con esfuerzos para reducir vencimientos inmediatos (como la refinanciación de bonos en 2024).
- Factores como el tipo de cambio, los precios del petróleo y la política fiscal han influido significativamente en su evolución.
